Adiós a Sonia Osorio con lágrimas de pollera colorá. (Artículo realizado para El Universal)
“AL SONAR DE TAMBORES, ESA NEGRA SE AMAÑA,
Y AL SONAR DE LA CAÑA,
VA BRINDANDO SUS AMORES,
ES LA NEGRA SOLEDAD,
LA QUE GOZA MI CUMBIA.
ESA NEGRA CALA MUY HONDO, ¡CARAMBA!
CON SU POLLERA COLORÁ. (…)”
Hoy, esta estrofa de Wilson
Choperena que tradicionalmente es asociada con jolgorio colombiano alrededor
del mundo, se convierte en un soneto funerario de polleras rojiblancas que se
lamentan, porque ha muerto ella, su reina. Ha muerto su creadora…
Y es que hablar de cumbia
sin hablar de Sonia Osorio es desconocer la imagen misma con la que
identificamos esa pieza de nuestro folklor nacional, porque aunque muchos
traten de envolvernos en la treta del olvido, fue precisamente ella: Sonia
Osorio quién cambió las flores multicolores –que tradicionalmente invadían la
pollera de cumbia-, por cuadritos rojos y blancos –como diseño para el baile de
cumbia de una de las comparsas que dirigía en Barranquilla- una creación que
cautivó los sentidos nacionales a tal punto de que hoy nadie reconocería un
traje de cumbiambera sin una pollera colorá.
“DE ALLÁ PÁ ACA, DE AQUÍ PÁ ALLÁ,
OYE, NEGRITA, ¡CON SU POLLERA COLORÁ!
COMO GOZA ESA NEGRA
CON SU POLLERA COLORÁ, MAMÁ
¡CON SU POLLERA COLORÁ!
ESA NEGRITA SI BAILA
DE ALLÁ PÁ ACA, DE AQUÍ PÁ ALLÁ,
¡CON SU POLLERA COLORÁ! (…)”
Y cada centímetro de esa
canción que hace solo unas semanas atrás bamboleaba caderas en el Carnaval de
Barranquilla, se transformó en narración póstuma, desde las 3 y 20 minutos de
la tarde del pasado Lunes 28 de Marzo, cuando dejó de respirar esa mujer que fue
DE ALLÁ PÁ ACA, DE AQUÍ PÁ ALLÁ por el mundo presentando lo mejor del folklore
colombiano, incluyendo por supuesto el inigualable movimiento de su pollera
colorá.
Están húmedas, los metros
de encajes, letines y tela rojiza, están empapados por las lágrimas de sus
bailarines mientras vestidos como ella misma les enseñó -durante 51 años de
absoluta dedicación- escoltan su cuerpo hacia el lugar del no retorno.
“AY, CUANDO LE CANTO A SOLEDAD,
ES QUE ESTOY CONTENTO
PORQUE CON SU MOVIMIENTO, ¡OYE CARAMBA!,
INSPIRACIÓN ELLA ME DA.
TIENE SABOR A CANELA
O RICO SABOR A PIMIENTA
¡COMO ESTÁ DE CONTENTA, OYE, CARAMBA,
CON SU POLLERA COLORÁ! (…)”
No hay espacio para estar
contentos, pero si para cantar… Sus tambores retumban, los tambores de su negro
Nico Yembe, -el fiel guía del grupo musical del Ballet de Colombia-, no paran
de sonar, pero esta vez con sabor a despedida, despedida de la madre de éste
ballet que le enseñó al mundo las bellezas de Colombia, mucho antes de que
supieran donde quedaba en el globo terráqueo. Una mujer que sin las facilidades
de comunicación que ofrece la contemporaneidad se lanzó al mundo con su ballet,
para que hoy podamos decir orgullosos que somos colombianos, para que hoy la
historia del país -51 años después de que naciera su ballet- pueda llenarse al
asegurar confiada que nuestro folklore ha sido premiado más de cien veces
alrededor del mundo, gracias a ella y su creación: “El Ballet de Colombia de
Sonia Osorio”.
Premio
festival de Verano Rusia 1968,
Premio
Tercer Festival Internacional Tarragona-España 1975
Trofeo
Festival de Bretaña, Francia 1977
Instituto
de Cultura de Puerto Rico 1977
Trofeo
Tuzla Yugoeslavia 1977
Premio
Hayange Francia 1977
Medalla
de la ciudad de Leningrado, Rusia 1977
La
Palma de Oro de Córcega 1980
Medalla
del festival de Aix'en Provence Francia 1980
Premio
Cita de Vicenza, Italia 1982
Diploma
de Honor Alcalde de Miami 1983
Diploma
de Honor y Medalla Gobierno de Hungría 1983
Trofeo
ciudad "Castel de Sangro", Italia 1983
Medalla
de la República Democrática Alemana 1983
Mejor
intérprete y Coreógrafa de las Danzas de Colombia -Estados Unidos 1983
Trofeo
de "Jerah Festival", Jordania, Medio Oriente 1984
Medalla
del Instituto de Turismo de Jordania 1984
Trofeo Epcot Center Disney World
USA . - 1984
Hispanic Heritage Festival Miami
USA ..- 1985
Primer
premio Festival Internacional de Turismo Fitur España 1986
Gran
Premio 32° Festival Internacional de Agrillento Italia 1986
Premio
mejor vestuario Fotelórico, Sicilia, Italia 1986
Trofeo
del Turismo Ciudad de Naro Italia 1986
Gran premio 32” Festival Internacional de Agrillento Italia 1986
Premio del
ente turístico de Italia como mejor promoción turística de un país 1986
Mención de
honor Gobernador de California 1988
Mención de
honor alcalde los Ángeles 1988
Trofeo a la
calidad artística, Japón 1988
Premio al
mejor vestuario, provincia regional Agrigento 45 Sacra del Mandorlo in fiore
Italia 1989
Mención de honor
a la excelencia, Berlín, Alemania 1992
Premio Watchtower, Comunidad Di Gallucio,
Italia 2000
Citta de
Aragona, Italia 2000
Festival
Internacional de San Clemente Di Galluccio, Italia 2000
Festival de
Lle Fiore, Cita de cava di Tirreni, Italia 2000
Reconocimiento
de Citta di Aragona, Italia 2000
Reconocimiento
Citta di Casino, Italia 2000
LTP
Moilterno, Italia 2000
Medalla de
oro al mérito civil, Cita de Minturno, Italia 2000
Trofeo de la
comunidad colombiana en Israel 2000
Festival
Internacional del Folklore en KFAR QUARA, Israel 2000
Medalla Ha´
Emek, Israel 2000
Maataf,
Israel 2000
Reconocimiento
Interkoncert, Budapest 2002
Christian
Lord Sorin Otomo, Japón 2002
Ministerio
del Turismo, Jordania 2002
Jerash
Festival de Jordania 2002
Son algunos de los reconocimientos internacionales que Sonia Osorio
logró para nuestra tierra, impulsada por una pasión profunda por el arte y su
expresión folklórica, por un sentido de patria tan intenso como el dolor que recorre
el camino negro de la lágrima mortuoria de una de sus cumbiamberas adoradas,
que con un silencio aprobatorio ó un grito corrector aprendieron de Sonia
Osorio las coreografías que nacieron para ser patrimonio del alma de cualquiera
que en el mundo ostente el título de ser colombiano.
Sonia, tenía como su pollera colorá sabor a canela y a pimienta, eso lo
tienen claro sus bailarines y sus amigos, pero sobre todo sus hijos y nietos;
que se levantaron entre su recio carácter, el perfeccionismo acérrimo y un amor
de madre del que es reflejo lamentable hoy la devastada tristeza de Rodrigo y
Silvana Obregón, fruto de una de esas cosas que Sonia Osorio sabía hacer muy
bien: amar, y más allá de eso comprometerse con la causa de sus amores, en la cúspide
de los cuales se encontró hasta su
último suspiro, el amor de sus amores: El ballet de Colombia de Sonia Osorio.
Y podríamos hablar de las palabras de la reina Noor de Jordania cuando vio
el Ballet de Colombia por primera vez, como tantas otras anécdotas llenas de
brillo e importancia como casi todo lo que profesionalmente hizo Sonia Osorio
De Saint-Malo, como periodista, diseñadora de modas y coreógrafa. Sin embargo
esas palabras saldrán sobrando la próxima vez que unas caderas se contoneen al
ritmo de tambores, portando una pollera de cuadritos rojiblancos, porque siempre,
siempre que eso suceda será un tributo a Colombia, un tributo a Sonia Osorio, cuyo cuerpo no hay mejor manera
de despedirlo de éste mundo, que al ritmo de los versos que se sabe tan bien el
tambor de Nico Yembe: Los de su pollera colorá.
“DE ALLÁ PÁ ACA, DE AQUÍ PÁ ALLÁ,
OYE, NEGRITA, ¡CON SU POLLERA COLORÁ!
BARRANQUILLA, CARTAGENA,
YO TE LA VOY A LLEVAR.
¡CON SU POLLERA COLORÁ!
DE ALLÁ PÁ ACA, DE AQUÍ PÁ ALLÁ,
OYE, NEGRITA, ¡CON SU POLLERA COLORÁ!
COLORÁ, COLORÁ, COLORÁ…
¡AY, QUE BUENA ESTÁ! ¡CON SU POLLERA COLORÁ!
DE ALLÁ PÁ ACA, DE AQUÍ PÁ ALLÁ,
OYE, NEGRITA, ¡CON SU POLLERA COLORÁ!
A TURBO-ANTIOQUIA YO TE LA VOY A LLEVAR.
¡CON SU POLLERA COLORÁ!
PARA QUE PUEDA, PARA QUE PUEDA CUMBANDIAR, ¡CON SU POLLERA COLORÁ!
CÓMO, CÓMO GOZA ESA NEGRA MAMÁ,
¡CON SU POLLERA COLORÁ!”
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