DIEZ CABALLEROS, ESPEJO DE UNA DAMA.
Crónica de un estudio fotográfico que me hicieron 6 grandes de la fotografía colombiana, como resultado de un invento de Carlos Duque, en su estudio, el 7 de abril de 2017.
Con Carlos Duque / FOTOGRAFÍA: Oscar Perfer |
Le confirmé
que tenía varias ofertas pero que aquello no me interesaba, sin embargo, el
parecía escuchar mi relato como un berrinche sin ton ni son de una infanta
caprichosa. Impuso su idea en la conversación con la seductora y afilada
delicadeza con que está acostumbrado a hacer realidad cada una de sus
ocurrencias... Me lo soltó con la frescura del boceto y la solidez de la obra
mil veces reflexionada: convocaría a varios de los fotógrafos respecto a los
cuales yo había escrito a la fecha, los citaría en su estudio y coordinaría para
que me tomara cada uno un retrato, todo, el mismo día.
Me reí, me
reí como quién se ríe de una locura, de una exageración, de una extravagancia,
sin calcular el tamaño y la terquedad de quién no en vano es considerado un
mito de la publicidad, las relaciones públicas y la fotografía…. Pasé por alto
de que no hay quien se le resista a Carlos Duque.
Con Johnny Pérez |
Tras un
perfecto carnaval, regresando de Barranquilla, al despertar el lunes 3 de abril mi teléfono me recibió con
la imagen de la invitación a “Mapyrosa Convocatoria”, a lo que siguieron la
confirmación de los 6 caballeros de la imagen que el viernes 7 de abril me
fusilarían a su modo, cada uno con los mismos instrumentos y la misma víctima,
además de tener la libertad de interpretarme con su lente como a bien tuvieran
hacerlo, o, mejor dicho: como se les diera la gana.
Hernando
Toro, Oscar Perfer, Efrén Isaza, Carlos Duque, Mauricio Vélez y Coque Gamboa,
conformaban la nómina de fotógrafos que me retratarían. Yo, incapaz de faltar a
la palabra empeñada -así fuera bajo los efectos del encanto de Duque y dos Gin
Tonics- pasé por encima de mis traumas y clamé ayuda a un ser que de belleza
sabe mucho y de hacerle creer a uno que es la más hermosa, más: Jhonny Pérez,
quién más allá del styling acudió con Alfonso Giraldo en calidad de ángeles de
la guarda, de dulce conciencia, de protectores amorosos de una mujer de talla
grande, con un complejo respecto a su propia imagen, abandonada a manos de 6 de
los más valiosos lentes de la nación, a quienes para remate les conozco bastante
las habilidades pero siempre…. Desde la teoría, jamás pensé que en carne
propia.
Efrén Isaza, Hernando Toro, Oscar Perfer, María del Pilar Rodríguez, Mauricio Vélez, Coque Gamboa y Carlos Duque. /FOTOGRAFÍA; Adriana Bernal |
Llego Toro
con su alegría huracanada y todo comenzó a tejerse como una travesura que entre
Johnny y Alfonso me hacían sentir como un asunto inocente, al tiempo
que Gustavo Castañeda -el asistente de dirección del detrás de cámaras- hablaba
conmigo a través del lente que anunciaba que pronto se haría presente el
director de cine que se encargaría de filmar un hecho entre lo emocionante y lo
angustiante...
Uno a uno
fueron llegando, empezando por el dueño de casa, que ese día, en su estudio,
viendo como su invento tomaba forma me resultó de una suavidad extraña, como si
hubiese depuesto sus armas de director eterno de escenas, para ser un amigo de
patio de colegio con el que jugar cómodamente a ser la diva que nunca he sido.
FOTOGRAFÍA: Hernando Toro |
Toro me
convirtió en una beduina contestataria, un personaje traído del desierto a esta
capital andina de clima altisonante, hija de las mil y una noches, entre la
lámpara de Aladino y Sinbad; jugando a crear conmigo un personaje salido de su
polifacética imaginación, mientras Oscar Perfer observaba detrás de cámaras
como quien está fraguando un asesinato, una tortura, algo tan malevo y oscuro
como la más truculenta de las noches.
Adoro el
estilo de cada uno, soy rotunda admiradora de sus talentos, he estudiado su
trayectoria, pero ser su modelo sobrepasaba todas mis investigaciones y cada
una de mis líneas al respecto, después de cada disparo me verían como lo que
ellos quisieran que yo fuera.
FOTOGRAFÍA: Oscar Perfer |
Sobreviví,
no había caído víctima del nerviosismo y me mantenía sobre mis tacones sin
apuros, la Rioja hacía su trabajo en mis sentidos al tiempo que Johnny y
Alfonso trabajaban en mi rostro las órdenes de Efrén Isaza que se alistaba para
fotografiarme, al tiempo que le daba los últimos toques al tocado que había armado
mi amiga la artista Pilar Meira, a la velocidad de la luz, tan amorosa como ha
sido siempre ante cada una de mis locuras.
FOTOGRAFÍA: Efrén Isaza |
Un respiro,
otra copa y llegó uno de mis grandes temores: el fotógrafo del poder. Solo una
pregunta revoloteaba por mi cabeza ¿Por qué Duque se inventó todo esto si él
solo fotografía figuras de poder?, lo más risible es que aún no he podido darle
respuesta a ese interrogante. ¿Qué haría? Ya no era momento de preocuparse, yo
me volví a entregar a Johnny y me distraje conociendo más al director de cine:
Renné Díaz, cuya dulzura vino a operar como un relajante adicional, tal vez
porque no tenía mucha consciencia de lo que ahora ya tengo muy claro -los videos
hijos de ese día revelarían más de una infidencia-, en pocas palabras, me
entregué a un peligro mayor.
FOTOGRAFÍA: Carlos Duque |
Habiendo
sobrevivido a Duque todo debía ser sencillo, los que venían eran amigos de
siempre, gente que me conoce muy bien: Mauricio Vélez y Coque Gamboa. Con el
primero he trabajado varios proyectos… Hemos compartido un sinfín de cosas,
aunque nunca una imagen mía de estudio… Con el segundo tenemos una química
tierna que se tejió desde el primer contacto, Coque Gamboa es sin duda un ángel
con una cámara.
Nada podía
ya pasarme, no podría haber sorpresas más grandes… Un pensamiento que duró
hasta que me pusieron los cachos ¡Sí! ¡Los cachos!, diadema de diabla
luminiscente que Mauricio traía como su accesorio para hacerme el retrato….
Gelatinas rojas a las luces, orden de silencio y la música con la que pintaba
Obregón de fondo…. Vélez había usado todo lo que conoce de mí no para darme
tranquilidad si no para sorprenderme e inmortalizar mi faceta infernal…
FOTOGRAFÍA: Mauricio Vélez |
Altiva como
me enseñaron hace mucho enfrentan los momentos difíciles las mujeres
inteligentes, disparo a disparo el infierno de afuera explotaba dentro con ese
vértigo de pensar cómo te verán después de esa imagen, ya que sumado a todo
esto, estaba la estrategia de difusión proyectada por Duque…
FOTOGRAFÍA: Coque Gamboa |
Cada
encuentro con un fotógrafo es para mí tesoro, cada vez que me siento a hablar
con éstos hombres tan especiales me dan horas, desde la técnica hasta sus
consideraciones personales, pasando por las reflexiones filosóficas de Efrén,
los juicios comunicacionales de Duque, las visiones espirituales de Mauricio,
los rituales de Coque, la gitana franqueza de Perfer, la desparpajada alegría
de Toro…. Cada uno de ellos es un universo extraordinario que celebro poder
conocer, son todos grandes amigos, de esos con los que uno se conecta desde el
primer hola telefónico, de esos que en generosidad total respondieron a esta
locura con instantánea disposición.
De este
experimento me quedan no solo las fotos más bellas de cada uno de éstos
fotógrafos, si no también unos videos soñados de las seis experiencias, de manos de Renne
Díaz que se ha empeñado en trabajar en ello como el que más, también me queda
mi rostro y mi cabello en un abanico de posibilidades estéticas primorosas de
manos de Johnny y Alfonso, pero ante todo me queda una cita invaluable conmigo
misma, muchos fantasmas antiguos desahuciados en el marco de mi propio cuento
de hadas, titulado: diez caballeros, espejo de una dama.
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