Hasta el 20 de septiembre en el Capitolio Nacional la muestra en honor a la democracia del escultor colombiano Hugo Zapata

 

Por: María del Pilar Rodríguez / Curadora de la muestra /Twitter e Instagram: @mapyrosa


Desde el pasado 19 de julio en el patio Mosquera del Capitolio Nacional se encuentra instalada la muestra: Testigos y Vigías ante una ciudadanía en flor, del escultor colombiano Hugo Zapata, que tuve el placer de conceptualizar como curadora, a fin de exaltar el valor de elegir y ser elegido en una nación democrática.

Fotografía: María Paulina Lleras

Mensaje que siento robustecido con la decisión del 12 de agosto por parte del actual presidente del senado Roy Barreras, al dar la orden de retirar las vallas que por décadas habían evitado el acceso de la ciudadanía a la magia arquitectónica del patio nombrado en honor a Tomas Cipriano de Mosquera. Presidente que el 1848 le ordenó al arquitecto dinamarqués -proveniente de Venezuela- Thomas Reed el diseño de este edificio, cuna de la democracia, en el lugar donde hasta el siglo XVIII quedó el palacio virreinal que desapareció bajo las llamas.

Fotografía: María Paulina Lleras
Es así como en consonancia con el placer que reviste recorrer esta arquitectura híbrida que el Capitolio Nacional de Colombia refleja -su construcción estuvo a cargo de distintos arquitectos entre 1848 y 1926 cuando fue inaugurado para la posesión de Miguel Abadía Méndez- compartimos con cada visitante esta muestra de un artista colombiano, pensada para los colombianos y que justamente para su disfrute será extendida hasta el próximo 20 de septiembre.


La relación entre el arte y la consciencia para y por el poder gubernamental, es un diálogo
inherente al hombre en su condición de animal político -como lo aseguraba Aristóteles- en contrapunto con la facultad del arte de tocar el alma humana -como lo aseguraba Kandinsky-.

Coloquio que ha sido en piedra desde antes del Capitolio Romano, pasando por distintas latitudes, entre ellas este patio donde hoy por hoy los ires y venires de la democracia nacional entran en sinergia mágica con estas lutitas -piedra en la que están hechas estas esculturas-, escribiendo un nuevo capítulo de esta conversación política colombiana entre hombres y mujeres: senadores, congresistas y electores.

Fotografía: María Paulina Lleras

El arte es la expresión humana más democrática de todas, en tanto para comprenderla no se necesita más herramienta que la sensibilidad. Razón por la cual, a lo largo y ancho de la historia ha sido el medio más eficaz para comunicar conceptos y establecer nuevas formas de abordar la realidad. Asunto del que el maestro Hugo Zapata tiene total consciencia en su condición de importante actor en el trasegar estético e histórico nacional.

Cada una de las propuestas artísticas de Hugo Zapata encarnan un mensaje humanista, premisa que en esta muestra -conceptualizada especialmente para este momento y lugar- es evidente, emocionante, en definitiva: elocuente.

Indistintamente de partidos, filiaciones y posiciones, cada mujer y hombre que en este edificio ejercen su labor política, administrativa y/o social, cada uno está llamado a ser Vigía y Testigo en favor de la esperanza que cada colombiano con su voto le ha confiado, con miras a una nación que cada día florezca en favor de su ciudadanía, tal cual impone la democracia.

Devenir que debe estar gobernado por la transparencia de consciencia que permite ver el propio reflejo sin miedo en los Espejos Estelares, y a la voz de los Cantos de la tierra que, nos recuerdan el compromiso que como electores y/o elegidos tenemos con nuestra Colombia.

Fotografía: María Paulina Lleras


Papeles, responsabilidades y vocaciones que estas piezas escultóricas evocan de manera directa como memoria de la colombianidad. No solo porque vienen del ser y el crear de uno de los mas importantes escultores contemporáneos colombianos, sino porque materialmente lo son: han emergido textualmente de las entrañas de nuestra tierra, apareciendo ante los ojos del maestro Hugo Zapata en un río cundinamarqués de oscuras aguas donde aseguran solo él las ve, para luego, montaña arriba en El Retiro Antioquia, en sus manos cantar el mensaje que de alma a alma conmueve y transforma. Esculturas que hoy le recuerdan a cada funcionario público de esta nación que es Testigo y Vigía ante los ojos de una ciudadanía en flor.

Fotografía: María Paulina Lleras


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