REENCUENTRO Obra de Daniel Samper
“Hasta 828
millones de personas se acuestan con hambre todas las noches y
la cantidad de personas que enfrentan inseguridad alimentaria aguda ha
aumentado - de 135 millones a 345 millones - desde 2019. 50
millones de personas en 45 países están al borde de la hambruna.”
Programa mundial de alimentos
Cultivar es una forma de crear, y en el caso de lo
agrícola: crear vida y además multiplicarla. Acto de gestación vital que ha
habitado el sentir de Daniel Samper; desde su niñez cuando se vio impactado por
la reiteración de patrones en los surcos de arroz. Los mismos surcos que se ha
detenido a observar una y otra vez, en diferentes latitudes, con devoción
estética y la consciencia pertinente a un individuo contemporáneo, en el marco
de la crisis alimentaria global.
En la obra artística de Daniel Samper la línea ha sido
un imperativo como recurso expresivo, llevada al movimiento; formulando una
serie de atmosferas que emergieron de lo orgánico, de eso que sin saberlo él
tenía como motivo angular.
Sí, aunque el tema de lo agrícola está
sistemáticamente presente en la vida de Daniel Samper, solo hasta hace muy poco
en medio de los cuestionamientos propios del artista que vive al servicio de su
sentir y su concepto, y no de sus herramientas técnicas, llegó a la claridad de
que ese era el origen primigenio de su propuesta estética. Finalmente, no había
descartado el sueño infantil de cultivar, la diferencia es que ahora lo hace al
servicio de la consciencia colectiva.Galería Arte Alto Medellín. Fuente: Archivo del artista
Una relectura de lo fundamental que lleva a Daniel
Samper en el tiempo reciente a una revaloración de sus memorias personales, y
la identificación de una motivación de orden social para su propuesta, en la
que busca aludir a la consciencia de cada espectador, llevándolo a preguntarse
acerca del papel de la agricultura en la supervivencia de nuestra especie, la
riqueza de la nación, he incluso el alimento multisensorial a través del
paisaje que ello propone.
Galería Arte Alto Medellín. Fuente: Archivo del artista
Piezas pictóricas que, haciendo referencia directa al
ícono agrícola más conocido en Colombia hasta el siglo anterior; nos ofrece un
impacto por repetición, en una lúdica cromática que individualiza y a la vez
extiende la mirada del cultivo. Todo esto en un entorno trabajado bajo los
criterios museológicos y curatoriales de la exposición artística inmersiva que,
pretende darle al espectador no solo la oportunidad de observar una obra si no
de sumergirse en ella.
El artista Daniel Samper, Galería Arte Alto Medellín. Fuente: Archivo del artista
Tal cual lo han hecho artistas como Yayoi Kusama, o el
mexicano Rodrigo Hernández -con la muestra fruto de su residencia en el Museo
de Arte Moderno de Medellín-. En esta muestra Daniel Samper por medio de la
reiteración y expansión -fuera del soporte pictórico- de patrones de forma,
afianza una sensación en el espectador. Proponiendo un llamado a volver los
ojos hacia el campo, hacia el cultivo y quien cultiva, en una tierra tan fértil
y policroma como Colombia, en la que uno de los imperativos sociales
contemporáneos -tal cual en el resto del planeta- debe ser conquistar el
autoabastecimiento alimentario, a partir de un reencuentro con la agricultura,
con el amparo de la vida.
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